Muchos perros no consiguen descansar y no duermen profundamente, pasándose el día en alerta constante. Hay muchas cosas que les pueden afectar como por ejemplo, movernos rápido por casa y con prisas, gritar de una habitación a otra, discutir, hablar con un tono de voz muy alto, dar portazos, abrir y cerrar los armarios con brusquedad, etc.
Tenemos que empezar a hacernos conscientes de cómo afecta todo lo que hacemos a nuestro perrro.